REPÚBLICA CHECA: RUTA ARQUITECTÓNICA POR BRNO

REPÚBLICA CHECA: RUTA ARQUITECTÓNICA POR BRNO

Brno es una ciudad llena de contrastes que no deja indiferente a nadie, sea para bien o para mal. Si eres un aficionado a la arquitectura como yo, pasear por la ciudad se convertirá en una exposición al aire libre sobre diferentes estilos arquitectónicos. Una especie de parque temático en el que comprobar de primera mano los contrastes de un lugar que lucha por ofrecer ciertos aires de modernidad, pero todavía con la presencia de las sombras de un pasado marcado por el Comunismo. Os propongo la siguiente ruta en la que recojo algunas imágenes tomadas de los edificios y esculturas más llamativos de la ciudad. Poneos calzado cómodo y coged una botellita de agua, que empieza la ruta…

Empezamos en el barrio de Pisárky en la calle Hlinky, donde puede apreciarse este edificio con trencadís. Me parece precioso el toque de color que aporta, también porque me recuerda a algunas obras modernistas de Barcelona.

Vamos a acercarnos más para comprobar los detalles de la fachada.

Me encanta la combinación de colores y el efecto óptico que se crea. Incluso, me proporciona cierta seguridad, ya que me recuerda mucho a la arquitectura catalana y me siento un poco como en casa otra vez.

Si seguimos andando por la misma calle, llegamos hasta la cervecería Pivovar Starobrno y la plaza Mendlovo náměstí, lugar de mucho tráfico entre tranvías, buses y transeúntes. Sin embargo, esta zona cuenta con una iglesia preciosa de la que hablaré en mi próxima entrada: otro proyecto arquitectónico que tengo entre manos, esta vez dedicado a las iglesias de Brno. En Mendlák nos subimos al tranvía 1 y nos bajamos en Nové sady, para acercarnos a pie a la estación de tren.

Toda la zona de la estación de tren, Hlavní nádraží, ha dado lugar a comentarios, opiniones y especulaciones de todo tipo, tanto por parte de los checos, como de los extranjeros que están aquí. Como me parece complicado, por no decir imposible, dar mi opinión sin ofender a los posibles lectores locales, prefiero centrarme en la variedad arquitectónica que presenta esta zona.

En primer lugar, topamos con el edificio de correos, Pošta, uno de los mejores ejemplos de arquitectura funcionalista tan típica durante los años 70 en Checoslovaquia. Este edificio fue construido a finales de los años 30 por uno de los arquitectos más reconocidos de este estilo: Bohuslav Fuchs. Encontraremos más obras de este creador repartidas por Brno.

Según los principios del funcionalismo, el arquitecto debe diseñar el edificio basándose en el propósito que tendrá, en su función. En Brno hay varios ejemplos, especialmente en edificios que albergan oficinas, bancos, dependencias administrativas y demás. De hecho, otra de mis próximas entradas estará dedicada exclusivamente a la arquitectura funcionalista de Brno, por lo que aquí solamente ofreceré una pequeña selección de edificios. Veamos ahora otra panorámica de este servicio de correos.

Como podéis ver, destaca la carencia de ornamentación y la ausencia de cualquier componente estético. Seguro que os podéis imaginar a los funcionarios de correos en el pasado cumpliendo a rajatabla con sus horarios de trabajo, ¿verdad? No es casualidad que os lo imaginéis así. Seguimos y vamos a comprobar el contraste que presenta el lado opuesto a este edificio, donde se mezcla de nuevo el funcionalismo con los esfuerzos de modernidad.

Tres estilos diferenciados compartiendo espacio. El edificio central, muestra otra vez de estilo funcionalista, convive con el centro comercial de la esquina derecha, representado por una fachada que recuerda al queso emmental.

Enfrente se puede ver la entrada a la estación de tren, Hlavní nádraží. Pintada de gris pálido desde hace relativamente pocos años, para mí es como la entrada a otra dimensión en el espacio-tiempo. Destaco la asimetría de la que me habló J, debido a una bomba que cayó en el pasado derribando la torre de la parte derecha (que ya no está). En la actualidad, solamente tiene la torre izquierda con el reloj.

Vamos andando hasta la calle Josefská, desde la que se puede apreciar una de las postales más bonitas de Brno: la catedral de San Pedro y Pablo en Petrov, la iglesia de los capuchinos y los edificios de la zona. El día que hice la foto ya se iba oscureciendo, así que también pongo otra foto de hace algunos años, mucho más soleada.

Por la zona de Josefská es posible hacer una parada técnica para tomarse algo en la famosa cafetería Zemanova kavárna a cukrárna, otra joya arquitectónica que te hará viajar atrás en el tiempo. Su interior no te decepcionará.

Una de las veces que estuve, recuerdo que para ir al baño se tenía que subir unas escaleras y una señora mayor sentada en la entrada te daba un trozo de papel higiénico. Muy retro todo. Desde el escaparate se puede ver una muestra de los productos que tiene, más los utensilios de trabajo que todavía utilizan. Sino, atención a la báscula de la siguiente foto.

Nos dirigimos, a continuación, al cruce entre las calles Minoritská, Jánská y Poštovská  para adentrarnos en el ALFA pasáž, unas galerías también de estilo funcionalista. Tienen cierto aire decadente, tanto por dentro como por fuera, con la presencia de un piano destartalado en la entrada para todo aquel que quiera sentarse a tocar un rato. Pongo una foto de una de las cafeterías más famosas de este lugar, Kavárna Švanda. Se trata de un lugar de culto frecuentado por artistas, actores y otros bohemios. Su estratégica ubicación al lado del teatro HaDivadlo ha propiciado la fama que tiene.

Pasamos ahora a la calle Masarykova para llegar hasta el antiguo ayuntamiento, Stará radnice, una auténtica pasada de obra arquitectónica, sobre todo al atardecer cuando encienden las luces. Es posible subir a la cúpula y ver la ciudad desde lo alto, así que espero hacerlo alguna vez mientras siga por aquí.

Tampoco os perdáis el interior con la mascota de Brno, un cocodrilo disecado. El dragón y la rueda son símbolos de la ciudad también.

Pasamos ahora a la plaza de la libertad, náměstí Svobody, buen escaparate también de estilos arquitectónicos. Tenemos, por ejemplo, la elegancia de un edificio conocido como Dům pánů z Lipé, una casa de estilo renacentista convertida en centro cultural e informativo.

Enfrente se encuentra otra de mis pastelerías favoritas, la cukrárna U čtyř Mamlasů. Recomiendo entrar en ella, sentarse en sus sillas metálicas tipo años 80 y degustar alguno de los deliciosos pastelitos que venden por muy buen precio. Ahora hace algún tiempo que no voy, así que espero que siga funcionando. El verano pasado llegaron noticias de que el actual dueño no podía hacer frente a la subida del alquiler, no sé si por el fin de la renta antigua o por alguna cuestión del estilo. Ojalá no la cierren.

Sin duda, lo que más llama mi atención es el soporte de estas columnas humanas, que ya he visto en más lugares de Brno.

Otro primer plano de estos señores. Atención a sus rostros de sufrimiento.

Como he comentado, no es la primera vez que veo este tipo de soporte en la ciudad. Volviendo a la calle Hlinky, que he mencionado al principio, hay una escuela infantil con unas esculturas parecidas. Lo mismo que en la parte trasera (o delantera, según se mire) de la Poliklinika en Rybkova. Pronto llegaremos a ella.

Vamos a seguir todavía en náměstí Svobody para comprobar una vez más los contrastes de la ciudad: modernidad frente a funcionalismo en toda regla.

Modernidad del edificio Omega y el conocido reloj giratorio:

Funcionalismo del edificio Komerční banka:

Todas estas fotos son un ejemplo de convivencia arquitectónica en un mismo espacio: estilo renacentista, funcionalista y contemporáneo en náměstí Svobody.

Nos vamos de la plaza por la calle Rašínova disfrutando de más edificios, como los que se aprecian en la foto.

Por esta calle llegamos hasta esta majestuosa fachada enfrente de la iglesia de San Jacobo, Sv. Jakuba.

De nuevo pasamos a los bloques grises. Aquí van dos fotos de los edificios de la televisión y la radio de la ciudad, aunque no son las únicas emisoras que hay.

Como veis, se repiten las líneas rectas y los bloques grises, dando un aire de practicidad a todo el edificio. Tenemos más muestras de estilo funcionalista en el teatro Janáčkovo divadlo de la calle Rooseveltova. He tenido la suerte de acudir varias veces para ver algunas representaciones de ballet y desde aquí quisiera recomendar la experiencia a todo el mundo. El poder entrar en este lugar, ver la decoración, el guardarropa, la gente arreglada, la venta de bebidas durante las pausas… Si no has vivido nunca esta experiencia, no has estado en la República Checa. Os pongo una foto de la entrada y de la parte trasera.

Creo que este teatro responde muy bien a las características del estilo funcionalista. Incluso, para añadir un toque soviético, hay algunas estatuas cerca del teatro y en la siguiente plaza que encontramos, Moravského náměstí. Aquí van las esculturas.

La estatua de esta última foto es un monumento en memoria a la liberación de Brno en abril de 1945. J me contó que originalmente el soldado llevaba una bandera en la mano, pero como veis, ya no está. Vestigios de la Rudá armáda, el Ejército Rojo.

Pero sin duda, para mí la estatua más inquietante es la que se encuentra cerca del Centro de exposiciones en Výstaviště. Aquí va.

Volvemos al centro y cogemos la famosa calle Kounicova, en la que también veremos otras muestras de la arquitectura de Brno. Empezamos con la Střední průmyslová škola elektrotechnická, un instituto de secundaria en el que se puede adquirir una formación profesional orientada a la electrónica y la industria.

Seguidamente encontramos el Sokol, una especie de gimnasio y sala de baile donde a veces se celebran los ples, es decir, los bailes típicos de estos países que organizan los institutos de secundaria, parecidos a los de graduación en América. De nuevo, líneas rectas y construcción en bloques.

Nos vamos acercando a nuestra siguiente parada, la calle Kotlářská. Esta zona y la de Konečného náměstí son muy interesantes desde el punto de vista arquitectónico. En Kotlářská hay dos edificios en concreto que me tienen intrigada. Son los que veis aquí, el gris claro y el marronoso de la izquierda.

No conozco la historia, pero no parece que viva nadie ahí (al menos de forma legal). Algunas ventanas están rotas y hay muchas pintadas por los balcones. A pesar de ello, me parecen muy interesantes las formas que presentan y la combinación de ventanales.

Una muestra más de los contrastes estéticos y artísticos de Brno es la elegancia del estilo art nouveau en Konečného náměstí contrapuesta a la dejadez de algunos edificios de la zona. En seguida llegamos a ellos. Una de las mejores muestras de art nouveau es el edificio Tivoli y las casas que hay alrededor. Un toque vienés de grandeza imperial.

La elegancia de las líneas, los colores pasteles, los ventanales altos… me recuerdan bastante a algunos edificios antiguos del Eixample de Barcelona. Siempre que paso por aquí en tranvía, pienso en esto. Quizás por eso me llega tanto al alma el siguiente edificio del que voy a hablar, porque no entiendo la dejadez desde hace años de una de sus fachadas. Me refiero a la Poliklinika de la calle Rybkova.

La imagen habla por sí misma. La pintura desconchada, el aspecto casi enfermo del edificio, precisamente de una institución que debe representar la salud y el buen estado de sus usuarios. No entiendo nada. Y no me vale el argumento de que lo importante es lo que hay dentro del edificio. Las dos cosas son importantes.

Pero lo que menos entiendo todavía es la otra parte del edificio. Si bajamos por el lado izquierdo, encontramos otra entrada totalmente diferente.

Aunque parezca mentira, se trata de la otra entrada a la Poliklinika. ¿Cuestión cultural? ¿Se les acabó la pintura y solo pintaron esta fachada? Preguntas que nunca obtendrán respuesta. Una vez más queda demostrado que el concepto de estética es una cuestión cultural. Cada país se rige por sus propios estándares y lo que para unos puede ser cutre o inadmisible, para otros puede ser secundario o algo que les deja indiferentes.

No quisiera dejar atrás la Poliklinika sin remarcar, otra vez, la presencia de estas figuras humanas con expresión de sufrimiento mientras aguantan el peso del arte.

Nos alejamos del centro hasta llegar al principio (o fin) de la calle Veveří, una de las calles más famosas y creo que más largas de Brno. Más contrastes entre funcionalismo y modernidad.

Esta es la Academia de las Ciencias, Akademie Věd, otro claro ejemplo de estilo funcionalista. Tan solo unos metros más hacia la derecha, encontramos un edificio de nueva construcción de estilo contemporáneo.

La polémica está servida. ¿Es posible un cóctel tan molotov? Parece ser que sí, como ya hemos comprobado cerca de la estación de tren. Lo que más me choca es esta modernidad en pequeñas parcelas, combinada con edificios que ya existían cuando el país era Checoslovaquia o incluso antes, con el Imperio austrohúngaro. Una especie de cosmopolitismo arquitectónico, capaz de desafiar cualquier límite impuesto por el espacio y el tiempo.

Y ya llegamos a nuestro punto final, la parada de tranvía Tábor, en la que nos subiremos al número 3 para volver a casa. Nos despedimos con esta simpática ranita dorada que da nombre al pequeño supermercado de la foto, U Zlaté Žáby.

Hasta aquí llega la ruta arquitectónica que os quería mostrar. Como conclusión, quisiera remarcar que Brno es una ciudad de contrastes. Creo que los edificios y la historia que encierran todos ellos lo demuestran muy bien. Por supuesto, no he hablado de otros lugares emblemáticos como el Hotel Avion, el teatro Mahenovo divadlo, la Vila Tugendhat o bien otros edificios art nouveau. Lo dejo para otra ocasión, al igual que las preciosas iglesias que podemos encontrar.

Espero haber sido todo lo cuidadosa posible para que ningún lector se sienta molesto por mis opiniones sobre la arquitectura de Brno. Creo que hasta algunos checos compartirían mis opiniones en algunos aspectos, aunque probablemente discutirían conmigo en cuanto a otros (como ya ha ocurrido en más de una ocasión).

A veces me siento un poco víctima de una especie de feng shui urbanístico y existencial, causado quizás por tantos años viviendo en países que no son los míos, por la falta de mar y por haber crecido con un paisaje diáfano que huele a sal. Lorca definió la ciudad de Nueva York a finales de los años 20, tras una estancia por estudios, como una mezcla de geometría y angustia. En cambio, yo definiría mi estancia en Brno como una mezcla de contrastes. Ni más ni menos.